En la Sede Escolar La Minga, sí es posible hacer volar los sueños

Aprovechando el interés de  los niños por hacer volar sus hojas de cuaderno o de revistas atadas a  trozo de lana,  surge la idea de dar rienda suelta a esta necesidad manifestada por los pequeños, para ello era necesario prepararse y que mejor que aprovechar  las horas de artística para preparar  volantines y cometas, una vez  alistado los objetos voladores  era necesario escoger un momento para hacerlos volar acompañados de esa energía que cada estudiante le transmitía.


El tiempo era propicio,  estábamos a finales del mes que se caracteriza por los vientos y fue así como el lunes 28 de agosto tomamos todos nuestros objetos voladores  preparados y nos trasladamos a la cancha de futbol ubicada entre los barrios La Minga y El Chambú, un lugar amplio, abierto y seguro para los niños y niñas,  unos cargaron sus cometas, otros sus volantines, los que por olvido no tenían sus cometas se convirtieron en coequiperos de los más pequeños, entre los objetos que llevamos también habían tijeras, cinta, tiras de papel y tela   por si alguien necesitaba y hasta un megáfono llevamos todo con el fin de asegurar que las dos últimas horas  de la jornada escolar sean exitosas. 
Una vez en el lugar escogido,  grandes y pequeños con sus manitas llenas de energía y sus corazones palpitantes empezaron a aprovechar el viento que nos acompañaba, unos corrían junto con las cuerdas de sus cometas, otros apretando con su mano los volantines. Unos más alegres que otros al ver como sus cometas se elevaban sin dificultades, otros pidiendo auxilio para poder desenredar las piolas para permitirle a su cometa volar, otros corriendo junto con sus profes para que sus volantines rotaran fuertemente.





La alegría y la emoción fue constante en la jornada las carreras emprendidas tras de sus cometas o junto con sus volantines agotó las  fuerzas de algunos estudiantes, sin embargo, continuaron con su sueño y al descansar sobre la alfombra verde una bella cometa también formaron.
El tiempo, así como las cometas y los volantines, pasó volando y a las 2.50 p.m.,  haciendo uso del megáfono invitamos a todos a alistarnos y a organizarnos para regresar a nuestra sede escolar, ya era el momento de tomar nuestro equipaje y luego a casa llegar a descansar.  

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